lunes, 25 de febrero de 2013

Premios Nobel Origen


 Copio y pego de otra web

 
Alfred Bernhard Nobel (Estocolmo, 21 de octubre de 1833 – San Remo, 10 de diciembre de 1896) fue un inventor y químico sueco, famoso principalmente por la invencion de la dinamita y por los premios que llevan su nombre.

Nació en una familia de ingenieros; a los 9 años de edad su familia se trasladó a Rusia. En ese país él y sus hermanos recibieron una esmerada educación en ciencias naturales y humanidades. Pasó gran parte de su juventud en San Petersburgo, donde su padre instaló una fábrica de armamento que quebró en 1859. Regresó a Suecia en 1863, completando allí las investigaciones que había iniciado en el campo de los explosivos: en 1863 consiguió controlar mediante un detonador las explosiones de la nitroglicerina, inventada por el italiano Ascanio Sobrero; en 1865 perfeccionó el sistema con un detonador de mercurio; y en 1867 consiguió la dinamita, un explosivo plástico resultante de absorber la nitroglicerina en un material sólido poroso, con lo que se reducían los riesgos de accidente (las explosiones accidentales de la nitroglicerina, en una de las cuales había muerto su propio hermano Emilio Nobel, habían despertado fuertes críticas contra Nobel y sus fábricas).

Aún produjo otras invenciones en el terreno de los explosivos, como la gelignita (1875) o la balistita (1887). Nobel patentó todos sus inventos y fundó compañías para fabricarlos y comercializarlos desde 1865 (primero en Estocolmo y Hamburgo, luego también en Nueva York y San Francisco). Sus productos fueron de enorme importancia para la construcción, la minería y la ingeniería, pero también para la industria militar (para la cual habían sido expresamente diseñados algunos de ellos, como la balistita o pólvora sin humo); con ellos puso los cimientos de una fortuna, que acrecentó con la inversión en pozos de petróleo en el Cáucaso.

Por todo ello, Nobel acumuló una enorme riqueza, pero también un cierto complejo de culpa por el mal y la destrucción que sus inventos pudieran haber causado a la Humanidad en los campos de batalla. La combinación de ambas razones le llevó a legar la mayor parte de su fortuna a una fundación -la Fundación Nobel, creada en 1900- con el encargo de otorgar una serie de premios anuales a las personas que más hubieran hecho en beneficio de la Humanidad en los terrenos de la Física, la Química, la Medicina, la Literatura y la Paz.

De sus más de 350 patentes, su invento más famoso es la dinamita, que resolvía el problema de la inestabilidad de la nitroglicerina, y que, a partir de ese momento, evitó las muertes que se producían por la manipulación de la nitroglicerina, al hacer ésta más estable por añadidura de granulado de ladrillo. No hay que olvidar que posiblemente, el gran incentivo para este invento fue la muerte de su hermano en el laboratorio donde artesanalmente fabricaban la nitroglicerina, cabe decir que la dinamita pudo haberse creado por accidente al mezclarse con una arcilla en un carro de transporte.

En su testamento firmado el 27 de noviembre de 1895 en el Club Sueco-Noruego de París, Nobel establece con su fortuna un fondo desde donde se premiarían a los mejores exponentes en la Literatura, Medicina, Física, Química y la Paz. Un ataque cardíaco le causó la muerte cuando estaba en su hogar en San Remo, Italia, en el 10 de diciembre de 1896.

Se calcula que su fortuna en el momento de su muerte era de 33.000.000 coronas, de las que legó a su familia apenas 100.000 coronas. El resto fue destinado a los premios Nobel. En su honor llamaron a un asteroide (6032) Nobel.

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