Fábrica de billetes del Banco de México
Una de las principales funciones del Banco de México es proveer billetes y monedas al país. En la práctica, el banco central provee directamente los billetes y monedas a la economía, sino que los pone en circulación a través de los bancos comerciales.
Para poder sacar el máximo provecho al derecho de la emisión de billetes, el costo de fabricarlos debe ser menor que el valor que tienen en el mercado. La ganancia que resulta de esta diferencia queda en las manos del banco emisor (derecho de señoriage).
De 1925 a 1968, los billetes de México fueron impresos por la empresa American Bank Note Company en Nueva York. Sin embargo en la década de los sesenta el Banco de México tomó la decisión de fundar una fábrica propia.
A partir de 1969 comenzó a funcionar la Fábrica de billetes del Banco de México. La obra requirió de una cuidadosa planeación integral en materia de localización, construcción, medidas de seguridad, equipamiento y capacitación. Gracias a la colaboración de empresas como la Waterlow & Sons, y De la Rue Giori, los esfuerzos fructificaron y los técnicos mexicanos en impresión de papel moneda quedaron debidamente capacitados.
El primer billete producido en México fue de 10 pesos, tenía la figura de Miguel Hidalgo y Costilla y se lanzó a la circulación a principios de los años setenta.
La elaboración de billetes en la Fábrica del Banco de México ha sido obra de técnicos y artistas que diseñan, graban y producen los billetes en su totalidad. Gracias a la experiencia y la técnica que poseen han conformado una verdadera escuela que ha dado prestigio a los técnicos y artistas mexicanos, y la capacidad para fabricar no sólo billetes mexicanos sino también de otros países.
Todos los billetes que produce la Fábrica de billetes del Banco de México pasan por un cuidadoso control de calidad que aseguran que los billetes duren el tiempo necesario en circulación y que no puedan ser falsificados. Para esto último, cada billete cuenta con elementos de seguridad que pueden ser detectados a simple vista por cualquier persona; otros son más especializados y requieren de aparatos para poder identificarlos.
¿Cómo se fabrica un billete?
Para fabricar un billete se usan materiales y técnicas especiales que no se encuentran en las impresiones comunes, y que sólo pueden ser reproducidas en forma industrial por especialistas. El uso de estas técnicas le dan al billete características a las que llamamos elementos de seguridad. El Banco de México cuenta con una Fábrica de billetes, fundada en 1969, en la que se imprimen los billetes mexicanos.
Diseño.
El primer paso en el diseño de un billete es la selección del motivo. En la actualidad, los billetes mexicanos tienen por tema central algún prócer de la historia nacional, cuyo retrato se complementa con imágenes de objetos, lugares o símbolos que aluden a su vida y obra. Si bien imprimir la figura de algún prócer en los billetes es lo más común, en algunos países utilizan imágenes de artistas, científicos, o incluso de animales, paisajes, objetos representativos de la cultura, etcétera. El diseño requiere de una gran sensibilidad artística, de tal forma que la combinación de imágenes y colores sea agradable a la vista y, además, se puedan introducir los elementos de seguridad. Hay que tener en cuenta que el diseño estará presente durante muchos años en miles de transacciones económicas. Una vez que se tiene el diseño, se da forma a las imágenes, sobre un molde de acero, a través de miles de líneas cuidadosamente trazadas, para lo cual se necesita la ayuda de un microscopio. Dicho molde, hecho en bajorrelieve, servirá como base para producir gran cantidad de modelos que se usarán, posteriormente, para la impresión sobre el sustrato.
Proceso de fabricación.
Los billetes son impresos sobre dos tipos de sustratos: polímero y papel de seguridad. El polímero se usa en nuestro país, para mejorar la limpieza y calidad de los billetes en circulación, y para incrementar la vida de los billetes. Generalmente este sustrato se utiliza en billetes de baja denominación, ya que son los que más rápido circulan y los que más rápido se deterioran. Por cierto, en la actualidad, una parte del proceso de fabricación del sustrato de polímero se lleva a cabo en la ciudad de Querétaro. El sustrato de papel de seguridad, por su parte, se fabrica con fibras de algodón, a diferencia del papel de escritorio (o papel bond) en el que se usan fibras de celulosa de árbol. El papel de seguridad tiene propiedades que le dan una resistencia mucho más alta que la del papel de escritorio; si bien el papel de seguridad no es tan resistente como el polímero, incorpora mejor algunos elementos de seguridad, por lo que se ha preferido usarlo para altas denominaciones. Es importante tener en cuenta que algunos de los elementos de seguridad, como la marca de agua, ya viene integrado al sustrato.
Las tintas usadas en la impresión de seguridad son especialmente formuladas para obtener la calidad y resistencia requeridas y, de hecho, son muy diferentes a las que utilizamos cotidianamente. Pueden tener propiedades magnéticas u ópticas especiales y una vez secas son resistentes a la mayoría de los agentes químicos. Tienen colores estrictamente definidos y soportan las severas condiciones que se dan durante la producción y uso del billete.
La impresión de seguridad.
Grandes y sofisticadas prensas computarizadas imprimen los caracteres y las figuras, además de algunos elementos de algunos elementos de seguridad, sobre los sustratos, con una muy alta precisión, ininteligible al ojo humano. La impresión de seguridad tiene características propias que la distinguen de la usada para la mayoría de las reproducciones impresas. Todos los elementos impresos del billete están formados con líneas y escasos puntos. Esto constituye un elemento de seguridad, puesto que en su mayoría las reproducciones impresas que no son de seguridad forman sus imágenes con pequeños puntos de cuatro colores básicos. El examen de un documento de seguridad con un lente de aumento revela detalles de impresión que con la impresión a base de puntos no se pueden lograr. Por ejemplo, la mayoría de las imprentas y de las fotocopiadoras son incapaces de resolver dichos detalles, por lo que se considera a la impresión de líneas como una importante medida contra falsificación.
En los billetes mexicanos se usan cuatro tipos de impresión de seguridad: impresión simultánea en ambos lados, grabado en uno de los lados, impresión de folios y recubrimiento para los billetes de polímero.
Impresión por ambos lados.
Con el sustrato en blanco, lo primero es la impresión de los fondos. La impresión simultánea por ambos lados permite la formación del elemento que se conoce como registro perfecto, que consiste en figuras que, al observar a contraluz forman una figura completa que, en el caso de los billetes de la familia anterior consiste en la denominación y en el caso de los billetes de la nueva familia consiste en la figura de la República Mexicana y la rosa de los vientos. Los fondos se imprimen al menos con 11 colores diferentes, de los cuales algunos tienen propiedades fluorescentes.
La impresión de seguridad.
La impresión del grabado deposita en el papel una capa de tinta gruesa. La característica más especial de este proceso es que forma una impresión sensible al tacto, debido a la gran cantidad de tinta transferida y a la denominación o repujado del papel, por la gran presión que involucra este proceso.
Impresión de folios.
La impresión de folios les da a los billetes su característica distintiva como piezas únicas. Cada billete es distinto de otro por su folio que está formado por una letra llamada prefijo seguida de un número.
Recubrimiento.
Por último, se usa el proceso de recubrimiento para los billetes de polímero. El recubrimiento debe tener un acabado mate para que el billete tenga el aspecto deseado. Este proceso incrementa la resistencia de la impresión sobre el polímero ante agentes mecánicos y químicos. Se usa un “barniz” de secado con luz ultravioleta para poder imprimir a la velocidad que exige el proceso industrial.
Revisión, corte y el empaque.
Los billetes, dependiendo de su tamaño, se imprimen en hojas de 60 o de 50 imágenes. Se puede revisar si tienen defectos de impresión; en hojas por medio de la vista en un proceso manual, o ya cortadas, por medio de máquinas clasificadoras con procesamiento de imágenes. En ambos casos las piezas se cortan mediante guillotinas. Las piezas defectuosas se separan con una máquina clasificadora y se destruyen. Las piezas sin defectos se empacan en unidades bien identificadas mediante etiquetas, para su distribución al sistema bancario.
¿Cómo se fabrica una moneda de cuño corriente?
La Casa de Moneda de México, fundada en 1535, es la única institución por el Gobierno Federal para producir moneda metálica. Su planta de producción se encuentra, desde 1983, en San Luis Potosí, en la cual se produce dos tipos de moneda: de metales preciosos (generalmente de oro o plata) y de cuño corriente, que son las monedas que utilizamos de forma cotidiana.
Producción de monedas de cuño corriente.
Las monedas de cuño corriente se acuñan de modo similar a las de metales preciosos, pero con dos diferencias importantes: los materiales usados en su factura son mucho más baratos y se producen en cantidades muy grandes.
El diseño de las monedas actuales se llevó a cabo a principios de la década de los noventa, cuando se cambió la unidad monetaria a Nuevos Pesos en 1993 y posteriormente a Pesos, en 1996. En el diseño de estas monedas, Casa de Moneda es muy cuidadosa en el diseño de estas monedas, pues van a estar en circulación para todos los mexicanos por muchos años. Es por ello que los motivos que se utilizan en ellas deben ser compartidos por la mayoría de los mexicanos, por lo que generalmente son expresiones de la cultura y de la historia mexicana, de nuestras raíces.
Una vez que se tiene el diseño, se fabrican gran cantidad de cuños (a partir del llamado punzón principal, igual que en las monedas de metales preciosos), los cuales servirán para formar las monedas.
Los cospeles son las piezas metálicas circulares que son la base de la moneda, y sobre los cuales se acuñan los grabados. Para las monedas de cuño corriente se utilizan metales industriales, tales como acero inoxidable, bronce/aluminio, alpaca y cuproníquel. Los metales llegan a la planta de San Luís Potosí en láminas enrolladas, las cuales se revisan para comprobar que cumplan con las especificaciones requeridas. Posteriormente los rollos se aplanan y se cortan los cospeles. Antes de pasar a la acuñación, los cospeles son contados en máquinas que llenan contenedores con la cantidad exacta de piezas de acuerdo a la capacidad de acuñación de las prensas. El proceso de acuñación se lleva a cabo a gran velocidad, en donde los cuños van formando las monedas una por una, pero a gran velocidad, por lo que cada prensa puede producir miles de monedas en una hora.
Por último, las monedas de cuño corriente se empacan en bolsas de lona. Este proceso se hace con la ayuda de máquinas contadoras, pero tanto la Casa de Moneda como el Banco de México realizan pruebas para revisar que el contenido sea el indicado. De ahí se distribuyen a los bancos y al público, donde servirán para que se puedan llevar a cabo las transacciones cotidianas.
¿Cómo se fabrica una moneda de metales preciosos?
La Casa de Moneda de México, fundada en 1535, es la única por el Gobierno Federal para producir moneda metálica. Su planta de producción se encuentra, desde 1983 en San Luis Potosí, en la cual produce dos tipos de moneda: de metales preciosos (generalmente de oro o plata) y de cuño corriente, que son las monedas que utilizamos de forma cotidiana.
Producción de monedas de metales preciosos.
Existen muchos motivos sobre los que se han hecho monedas de metales preciosos, ya sea sobre algún personaje (Benito Juárez), algún acontecimiento (400 aniversario de la publicación de "El Ingenioso Don Quijote de la Mancha"), algún tópico relevante (animales en peligro de extinción), etcétera. Estas monedas están dirigidas principalmente hacia personas que buscan una opción de ahorro o por motivos numismáticos.
Una vez que se tiene el motivo, el primer paso para su producción es el diseño. Se comienza con una amplia investigación iconografía sobre el tema (la iconografía es la descripción de imágenes, retratos, cuadros, estatuas o monumentos) con objeto de que la moneda lo refleje de la mejor manera. Este aspecto es pues el éxito de una moneda de metales preciosos depende, en gran medida, de su belleza y su expresión gráfica. En esta parte, los diseñadores de Casa de Moneda se auxilian de programas informáticos, para poder apreciar digitalmente los diseños, lo que facilita enormemente su tarea.
Una vez que se tiene el diseño, se modela la moneda en plastilina sobre un disco de acrílico, el cual es de diez veces el tamaño de la moneda, con objeto de que al reducirlo se obtengan detalles que sería imposible conseguir en el tamaño real. Una vez que está listo el molde, se utiliza un pantógrafo (instrumento que sirve para copiar, ampliar o reducir un plano, dibujo o molde) para hacer una moneda en acero recocido (muy resistente) del tamaño que se requiere, a la cual se denomina el punzón principal. Después se retoca y se le corrigen las deformaciones o imperfecciones de la reducción, usando para ello un microscopio. A partir del punzón principal, se elaboran los cuños, que son cilindros de acero en donde en un extremo está una cara de la moneda, invertida y en huecograbado (es decir, en vez de tener relieve, tienen bajorrelieve) de tal forma que si, por ejemplo, se toma el cilindro entre las manos y se golpea un pedazo de plastilina con el extremo, aparecerá una de las caras de la moneda.
Por otro lado, el material (plata y oro) lo recibe Casa de Moneda en forma de lingote, por lo que lo funde y lo transforma en láminas que son revisadas para que el metal cumpla con las especificaciones que se requieran. Posteriormente, usando una prensa se cortan los cospeles, que son discos de metal sobre los que se acuñan las monedas.
El siguiente paso es la acuñación, que consiste en darle forma a la moneda con los cuños (precisamente de ahí viene la palabra acuñación). En concreto, en una prensa hidráulica, los cuños, a través de un golpe fuerte y preciso al cospel, le da la forma de moneda. En el caso de la moneda de metales preciosos, las prensas son accionadas por un trabajador que revisa que el proceso se haya realizado correctamente.
Por último, las monedas son revisadas cuidadosamente para verificar que cumplan con todos los requisitos y se entregan al Banco de México, que será el encargado de distribuirlas para su venta a través del sistema bancario y de otros distribuidores.
¿De qué depende la cantidad de billetes y monedas en circulación?
El uso de los billetes y las monedas por parte del público tiene un comportamiento muy interesante, que depende de factores que son parte de nuestra vida cotidiana, como son: los días de la semana, las vacaciones, las festividades, los patrones de consumo, entre otros. El objetivo de este documento es presentar las principales variables que afectan el comportamiento de los billetes y las monedas en forma agregada.
Las variables que afectan el comportamiento del efectivo se pueden dividir en dos tipos:
•-Factores no estacionales
•-Factores estacionales
Factores no estacionales.
No dependen esencialmente de la época del año, pero tienen una influencia en la cantidad de billetes y monedas, algunos de estos factores son:
Actividad económica: Conforme la actividad económica es mayor, hay más transacciones y/o son de mayor monto. Como la gran mayoría de las operaciones comerciales en México se hacen con efectivo, al haber mayor cantidad de éstas, se usan más los billetes y las monedas.
Salarios: Cuando los salarios aumentan, la gente tiene más dinero para adquirir bienes y servicios, por lo que el uso de billetes y monedas es mayor.
El costo de oportunidad: Mantener efectivo en nuestro poder tiene un costo de oportunidad, lo que significa que si se decidiera no mantenerlo, podríamos obtener algún otro beneficio económico. Para las personas que utilizan el sistema bancario, el costo de oportunidad sería la tasa de interés que le pagaría el banco si ese dinero estuviera en una cuenta. Para que el público no utiliza los servicios bancarios, la inflación se convierte en un costo de oportunidad, pues mientras mantiene el dinero en su poder, los precios suben (inflación), así que al pasar el tiempo ese dinero alcanzará para comprar menos mercancías.
Existen otras variables que afectan el uso de los billetes y las monedas. Por ejemplo, mientras las actividades económicas informales sean mayores, más se utilizará el efectivo, pues esa clase de actividades generalmente sólo acepta pagos de esa manera.
Factores estacionales.
Son los que dependen fundamentalmente del tiempo, por ejemplo, la cantidad de billetes y monedas en circulación es menor a principios de la semana y aumenta conforme termina la semana laboral.
La estacionalidad es fundamental para entender el uso de los billetes y las monedas a lo largo de un año.
Conforme se acercan las fiestas navideñas, la utilización de los billetes y monedas aumenta sustancialmente. El crecimiento comienza a mediados de noviembre y llega a su punto más alto, generalmente, unos días antes de Navidad. La razón es que el ingreso de gran parte del público aumenta debido principalmente a que, en esas fechas, las empresas en México proporcionan el aguinaldo a sus empleados y, en muchos casos, además otorgan otros bonos especiales. Es así que, en ese periodo, la gente utiliza dicho incremento temporal en su ingreso para comprar regalos, artículos para celebrar las fiestas de fin de año, y para viajar. A comienzos de enero, la mayor parte del efectivo utilizado en la temporada decembrina, finalmente se deposita en los bancos, los que a su vez lo depositan en el Banco de México.
El uso de los billetes y monedas vuelve a subir entre los meses de marzo y abril, ya que el período de Semana Santa es aprovechado por muchas personas para salir de vacaciones, lo que incrementa la actividad económica utilizando más dinero que lo acostumbrado.
A lo largo de la semana y del mes, la circulación del efectivo también cambia. El efectivo que se utiliza el fin de semana es depositado generalmente por las tiendas en los bancos comerciales, y éstos a su vez en el Banco de México típicamente los lunes o martes. No obstante, para el jueves la tendencia se invierte, ya que los bancos comienzan a retirar billetes y monedas del Banco de México, para poder contar con suficiente efectivo para atender la demanda del público, iniciando un nuevo ciclo. Esa es la estacionalidad semanal.
Billetes y monedas en circulación.
Billetes y monedas
CF315 - Billetes y monedas en circulación
Período: Dic 1985 - Jul 2010, Mensual, Miles de Pesos, Saldos Nominales
| Mayo 2010 | Junio 2010 | Julio 2010 |
En el público | 517, 618, 588 | 514, 962, 395 | N/E |
En caja de bancos1 | 65, 004, 600 | 62, 853, 056 | N/E |
Total | 582, 623, 188 | 577, 815, 451 | 593,182, 402 |
Nota: 1incluye la banca de desarrollo y de la banca comercial.
Billetes y monedas
CM1 - Circulación de billete
Período: May 2010- Jul 2010, Mensual, Millones de Piezas, Saldos
Denominación | Mayo 2010 | Junio 2010 | Julio 2010 |
10 pesos | 26.213 | 26.213 | 26.212 |
20 pesos | 27.121 | 27.120 | 27.099 |
20 pesos (polímero) | 279.999 | 275.632 | 278.794 |
50 pesos | 29.675 | 29.639 | 29.396 |
50 pesos (polímero) | 318.820 | 308.255 | 313.536 |
100 pesos | 379.385 | 367.621 | 377.536 |
100 pesos (polímero) | 45.527 | 45.300 | 45.593 |
200 pesos | 617. 562 | 596.132 | 617.877 |
500 pesos | 629.256 | 629.463 | 647.007 |
1000 pesos | 53.286 | 54.323 | 55.153 |
Billetes y monedas
CM2 - Circulación de moneda
Período: Ene 1999 - Jul 2010, Mensual, Millones de Piezas, Saldos
Denominación | Mayo 2010 | Junio 2010 | Julio 2010 |
5 centavos | 1, 059.453 | 1, 059. 538 | 1, 059. 538 |
10 centavos | 8, 972.437 | 9, 013.972 | 9, 044.099 |
20 centavos | 3, 247. 770 | 3, 269.118 | 3, 284.685 |
50 centavos | 2, 759. 285 | 2, 771.419 | 2, 779.987 |
1 peso | 3, 818.205 | 3, 837.324 | 3, 849.390 |
2 pesos | 1, 187.005 | 1, 196.602 | 1, 203. 151 |
5 pesos | 1, 189.398 | 1, 200.178 | 1, 209.093 |
10 pesos | 803.364 | 809.435 | 813.363 |
20 pesos | 13.465 | 13.463 | 13.298 |
50 pesos | 1.777 | 1.777 | 1.774 |
100 pesos | 9.908 | 9.892 | 9.556 |
*
*
Billetes y monedas
CM4 - Duración promedio del billete
Período: Ene 1996 - Abr 2010, Mensual, Meses en circulación, Sin tipo de Cifra
*
* Denominación | * Mayo 2010 | * Junio 2010 | * Julio 2010 |
* 20 pesos | * N/E | * N/E | * N/E |
* 20 pesos (polímero) | * 30.3 | * 30.2 | * 30.2 |
* 50 pesos | * N/E | * N/E | * N/E |
* 100 pesos | * 19.3 | * 19.3 | * 19.3 |
* 200 pesos | * 32.3 | * 32.0 | * 31.9 |
* 500 pesos | * 54.2 | * 54.2 | * 54.3 |
*
*
Una de las principales funciones del Banco de México es proveer billetes y monedas al país. En la práctica, el banco central provee directamente los billetes y monedas a la economía, sino que los pone en circulación a través de los bancos comerciales.
Para poder sacar el máximo provecho al derecho de la emisión de billetes, el costo de fabricarlos debe ser menor que el valor que tienen en el mercado. La ganancia que resulta de esta diferencia queda en las manos del banco emisor (derecho de señoriage).
De 1925 a 1968, los billetes de México fueron impresos por la empresa American Bank Note Company en Nueva York. Sin embargo en la década de los sesenta el Banco de México tomó la decisión de fundar una fábrica propia.
A partir de 1969 comenzó a funcionar la Fábrica de billetes del Banco de México. La obra requirió de una cuidadosa planeación integral en materia de localización, construcción, medidas de seguridad, equipamiento y capacitación. Gracias a la colaboración de empresas como la Waterlow & Sons, y De la Rue Giori, los esfuerzos fructificaron y los técnicos mexicanos en impresión de papel moneda quedaron debidamente capacitados.
El primer billete producido en México fue de 10 pesos, tenía la figura de Miguel Hidalgo y Costilla y se lanzó a la circulación a principios de los años setenta.
La elaboración de billetes en la Fábrica del Banco de México ha sido obra de técnicos y artistas que diseñan, graban y producen los billetes en su totalidad. Gracias a la experiencia y la técnica que poseen han conformado una verdadera escuela que ha dado prestigio a los técnicos y artistas mexicanos, y la capacidad para fabricar no sólo billetes mexicanos sino también de otros países.
Todos los billetes que produce la Fábrica de billetes del Banco de México pasan por un cuidadoso control de calidad que aseguran que los billetes duren el tiempo necesario en circulación y que no puedan ser falsificados. Para esto último, cada billete cuenta con elementos de seguridad que pueden ser detectados a simple vista por cualquier persona; otros son más especializados y requieren de aparatos para poder identificarlos.
¿Cómo se fabrica un billete?
Para fabricar un billete se usan materiales y técnicas especiales que no se encuentran en las impresiones comunes, y que sólo pueden ser reproducidas en forma industrial por especialistas. El uso de estas técnicas le dan al billete características a las que llamamos elementos de seguridad. El Banco de México cuenta con una Fábrica de billetes, fundada en 1969, en la que se imprimen los billetes mexicanos.
Diseño.
El primer paso en el diseño de un billete es la selección del motivo. En la actualidad, los billetes mexicanos tienen por tema central algún prócer de la historia nacional, cuyo retrato se complementa con imágenes de objetos, lugares o símbolos que aluden a su vida y obra. Si bien imprimir la figura de algún prócer en los billetes es lo más común, en algunos países utilizan imágenes de artistas, científicos, o incluso de animales, paisajes, objetos representativos de la cultura, etcétera. El diseño requiere de una gran sensibilidad artística, de tal forma que la combinación de imágenes y colores sea agradable a la vista y, además, se puedan introducir los elementos de seguridad. Hay que tener en cuenta que el diseño estará presente durante muchos años en miles de transacciones económicas. Una vez que se tiene el diseño, se da forma a las imágenes, sobre un molde de acero, a través de miles de líneas cuidadosamente trazadas, para lo cual se necesita la ayuda de un microscopio. Dicho molde, hecho en bajorrelieve, servirá como base para producir gran cantidad de modelos que se usarán, posteriormente, para la impresión sobre el sustrato.
Proceso de fabricación.
Los billetes son impresos sobre dos tipos de sustratos: polímero y papel de seguridad. El polímero se usa en nuestro país, para mejorar la limpieza y calidad de los billetes en circulación, y para incrementar la vida de los billetes. Generalmente este sustrato se utiliza en billetes de baja denominación, ya que son los que más rápido circulan y los que más rápido se deterioran. Por cierto, en la actualidad, una parte del proceso de fabricación del sustrato de polímero se lleva a cabo en la ciudad de Querétaro. El sustrato de papel de seguridad, por su parte, se fabrica con fibras de algodón, a diferencia del papel de escritorio (o papel bond) en el que se usan fibras de celulosa de árbol. El papel de seguridad tiene propiedades que le dan una resistencia mucho más alta que la del papel de escritorio; si bien el papel de seguridad no es tan resistente como el polímero, incorpora mejor algunos elementos de seguridad, por lo que se ha preferido usarlo para altas denominaciones. Es importante tener en cuenta que algunos de los elementos de seguridad, como la marca de agua, ya viene integrado al sustrato.
Las tintas usadas en la impresión de seguridad son especialmente formuladas para obtener la calidad y resistencia requeridas y, de hecho, son muy diferentes a las que utilizamos cotidianamente. Pueden tener propiedades magnéticas u ópticas especiales y una vez secas son resistentes a la mayoría de los agentes químicos. Tienen colores estrictamente definidos y soportan las severas condiciones que se dan durante la producción y uso del billete.
La impresión de seguridad.
Grandes y sofisticadas prensas computarizadas imprimen los caracteres y las figuras, además de algunos elementos de algunos elementos de seguridad, sobre los sustratos, con una muy alta precisión, ininteligible al ojo humano. La impresión de seguridad tiene características propias que la distinguen de la usada para la mayoría de las reproducciones impresas. Todos los elementos impresos del billete están formados con líneas y escasos puntos. Esto constituye un elemento de seguridad, puesto que en su mayoría las reproducciones impresas que no son de seguridad forman sus imágenes con pequeños puntos de cuatro colores básicos. El examen de un documento de seguridad con un lente de aumento revela detalles de impresión que con la impresión a base de puntos no se pueden lograr. Por ejemplo, la mayoría de las imprentas y de las fotocopiadoras son incapaces de resolver dichos detalles, por lo que se considera a la impresión de líneas como una importante medida contra falsificación.
En los billetes mexicanos se usan cuatro tipos de impresión de seguridad: impresión simultánea en ambos lados, grabado en uno de los lados, impresión de folios y recubrimiento para los billetes de polímero.
Impresión por ambos lados.
Con el sustrato en blanco, lo primero es la impresión de los fondos. La impresión simultánea por ambos lados permite la formación del elemento que se conoce como registro perfecto, que consiste en figuras que, al observar a contraluz forman una figura completa que, en el caso de los billetes de la familia anterior consiste en la denominación y en el caso de los billetes de la nueva familia consiste en la figura de la República Mexicana y la rosa de los vientos. Los fondos se imprimen al menos con 11 colores diferentes, de los cuales algunos tienen propiedades fluorescentes.
La impresión de seguridad.
La impresión del grabado deposita en el papel una capa de tinta gruesa. La característica más especial de este proceso es que forma una impresión sensible al tacto, debido a la gran cantidad de tinta transferida y a la denominación o repujado del papel, por la gran presión que involucra este proceso.
Impresión de folios.
La impresión de folios les da a los billetes su característica distintiva como piezas únicas. Cada billete es distinto de otro por su folio que está formado por una letra llamada prefijo seguida de un número.
Recubrimiento.
Por último, se usa el proceso de recubrimiento para los billetes de polímero. El recubrimiento debe tener un acabado mate para que el billete tenga el aspecto deseado. Este proceso incrementa la resistencia de la impresión sobre el polímero ante agentes mecánicos y químicos. Se usa un “barniz” de secado con luz ultravioleta para poder imprimir a la velocidad que exige el proceso industrial.
Revisión, corte y el empaque.
Los billetes, dependiendo de su tamaño, se imprimen en hojas de 60 o de 50 imágenes. Se puede revisar si tienen defectos de impresión; en hojas por medio de la vista en un proceso manual, o ya cortadas, por medio de máquinas clasificadoras con procesamiento de imágenes. En ambos casos las piezas se cortan mediante guillotinas. Las piezas defectuosas se separan con una máquina clasificadora y se destruyen. Las piezas sin defectos se empacan en unidades bien identificadas mediante etiquetas, para su distribución al sistema bancario.
¿Cómo se fabrica una moneda de cuño corriente?
La Casa de Moneda de México, fundada en 1535, es la única institución por el Gobierno Federal para producir moneda metálica. Su planta de producción se encuentra, desde 1983, en San Luis Potosí, en la cual se produce dos tipos de moneda: de metales preciosos (generalmente de oro o plata) y de cuño corriente, que son las monedas que utilizamos de forma cotidiana.
Producción de monedas de cuño corriente.
Las monedas de cuño corriente se acuñan de modo similar a las de metales preciosos, pero con dos diferencias importantes: los materiales usados en su factura son mucho más baratos y se producen en cantidades muy grandes.
El diseño de las monedas actuales se llevó a cabo a principios de la década de los noventa, cuando se cambió la unidad monetaria a Nuevos Pesos en 1993 y posteriormente a Pesos, en 1996. En el diseño de estas monedas, Casa de Moneda es muy cuidadosa en el diseño de estas monedas, pues van a estar en circulación para todos los mexicanos por muchos años. Es por ello que los motivos que se utilizan en ellas deben ser compartidos por la mayoría de los mexicanos, por lo que generalmente son expresiones de la cultura y de la historia mexicana, de nuestras raíces.
Una vez que se tiene el diseño, se fabrican gran cantidad de cuños (a partir del llamado punzón principal, igual que en las monedas de metales preciosos), los cuales servirán para formar las monedas.
Los cospeles son las piezas metálicas circulares que son la base de la moneda, y sobre los cuales se acuñan los grabados. Para las monedas de cuño corriente se utilizan metales industriales, tales como acero inoxidable, bronce/aluminio, alpaca y cuproníquel. Los metales llegan a la planta de San Luís Potosí en láminas enrolladas, las cuales se revisan para comprobar que cumplan con las especificaciones requeridas. Posteriormente los rollos se aplanan y se cortan los cospeles. Antes de pasar a la acuñación, los cospeles son contados en máquinas que llenan contenedores con la cantidad exacta de piezas de acuerdo a la capacidad de acuñación de las prensas. El proceso de acuñación se lleva a cabo a gran velocidad, en donde los cuños van formando las monedas una por una, pero a gran velocidad, por lo que cada prensa puede producir miles de monedas en una hora.
Por último, las monedas de cuño corriente se empacan en bolsas de lona. Este proceso se hace con la ayuda de máquinas contadoras, pero tanto la Casa de Moneda como el Banco de México realizan pruebas para revisar que el contenido sea el indicado. De ahí se distribuyen a los bancos y al público, donde servirán para que se puedan llevar a cabo las transacciones cotidianas.
¿Cómo se fabrica una moneda de metales preciosos?
La Casa de Moneda de México, fundada en 1535, es la única por el Gobierno Federal para producir moneda metálica. Su planta de producción se encuentra, desde 1983 en San Luis Potosí, en la cual produce dos tipos de moneda: de metales preciosos (generalmente de oro o plata) y de cuño corriente, que son las monedas que utilizamos de forma cotidiana.
Producción de monedas de metales preciosos.
Existen muchos motivos sobre los que se han hecho monedas de metales preciosos, ya sea sobre algún personaje (Benito Juárez), algún acontecimiento (400 aniversario de la publicación de "El Ingenioso Don Quijote de la Mancha"), algún tópico relevante (animales en peligro de extinción), etcétera. Estas monedas están dirigidas principalmente hacia personas que buscan una opción de ahorro o por motivos numismáticos.
Una vez que se tiene el motivo, el primer paso para su producción es el diseño. Se comienza con una amplia investigación iconografía sobre el tema (la iconografía es la descripción de imágenes, retratos, cuadros, estatuas o monumentos) con objeto de que la moneda lo refleje de la mejor manera. Este aspecto es pues el éxito de una moneda de metales preciosos depende, en gran medida, de su belleza y su expresión gráfica. En esta parte, los diseñadores de Casa de Moneda se auxilian de programas informáticos, para poder apreciar digitalmente los diseños, lo que facilita enormemente su tarea.
Una vez que se tiene el diseño, se modela la moneda en plastilina sobre un disco de acrílico, el cual es de diez veces el tamaño de la moneda, con objeto de que al reducirlo se obtengan detalles que sería imposible conseguir en el tamaño real. Una vez que está listo el molde, se utiliza un pantógrafo (instrumento que sirve para copiar, ampliar o reducir un plano, dibujo o molde) para hacer una moneda en acero recocido (muy resistente) del tamaño que se requiere, a la cual se denomina el punzón principal. Después se retoca y se le corrigen las deformaciones o imperfecciones de la reducción, usando para ello un microscopio. A partir del punzón principal, se elaboran los cuños, que son cilindros de acero en donde en un extremo está una cara de la moneda, invertida y en huecograbado (es decir, en vez de tener relieve, tienen bajorrelieve) de tal forma que si, por ejemplo, se toma el cilindro entre las manos y se golpea un pedazo de plastilina con el extremo, aparecerá una de las caras de la moneda.
Por otro lado, el material (plata y oro) lo recibe Casa de Moneda en forma de lingote, por lo que lo funde y lo transforma en láminas que son revisadas para que el metal cumpla con las especificaciones que se requieran. Posteriormente, usando una prensa se cortan los cospeles, que son discos de metal sobre los que se acuñan las monedas.
El siguiente paso es la acuñación, que consiste en darle forma a la moneda con los cuños (precisamente de ahí viene la palabra acuñación). En concreto, en una prensa hidráulica, los cuños, a través de un golpe fuerte y preciso al cospel, le da la forma de moneda. En el caso de la moneda de metales preciosos, las prensas son accionadas por un trabajador que revisa que el proceso se haya realizado correctamente.
Por último, las monedas son revisadas cuidadosamente para verificar que cumplan con todos los requisitos y se entregan al Banco de México, que será el encargado de distribuirlas para su venta a través del sistema bancario y de otros distribuidores.
¿De qué depende la cantidad de billetes y monedas en circulación?
El uso de los billetes y las monedas por parte del público tiene un comportamiento muy interesante, que depende de factores que son parte de nuestra vida cotidiana, como son: los días de la semana, las vacaciones, las festividades, los patrones de consumo, entre otros. El objetivo de este documento es presentar las principales variables que afectan el comportamiento de los billetes y las monedas en forma agregada.
Las variables que afectan el comportamiento del efectivo se pueden dividir en dos tipos:
•-Factores no estacionales
•-Factores estacionales
Factores no estacionales.
No dependen esencialmente de la época del año, pero tienen una influencia en la cantidad de billetes y monedas, algunos de estos factores son:
Actividad económica: Conforme la actividad económica es mayor, hay más transacciones y/o son de mayor monto. Como la gran mayoría de las operaciones comerciales en México se hacen con efectivo, al haber mayor cantidad de éstas, se usan más los billetes y las monedas.
Salarios: Cuando los salarios aumentan, la gente tiene más dinero para adquirir bienes y servicios, por lo que el uso de billetes y monedas es mayor.
El costo de oportunidad: Mantener efectivo en nuestro poder tiene un costo de oportunidad, lo que significa que si se decidiera no mantenerlo, podríamos obtener algún otro beneficio económico. Para las personas que utilizan el sistema bancario, el costo de oportunidad sería la tasa de interés que le pagaría el banco si ese dinero estuviera en una cuenta. Para que el público no utiliza los servicios bancarios, la inflación se convierte en un costo de oportunidad, pues mientras mantiene el dinero en su poder, los precios suben (inflación), así que al pasar el tiempo ese dinero alcanzará para comprar menos mercancías.
Existen otras variables que afectan el uso de los billetes y las monedas. Por ejemplo, mientras las actividades económicas informales sean mayores, más se utilizará el efectivo, pues esa clase de actividades generalmente sólo acepta pagos de esa manera.
Factores estacionales.
Son los que dependen fundamentalmente del tiempo, por ejemplo, la cantidad de billetes y monedas en circulación es menor a principios de la semana y aumenta conforme termina la semana laboral.
La estacionalidad es fundamental para entender el uso de los billetes y las monedas a lo largo de un año.
Conforme se acercan las fiestas navideñas, la utilización de los billetes y monedas aumenta sustancialmente. El crecimiento comienza a mediados de noviembre y llega a su punto más alto, generalmente, unos días antes de Navidad. La razón es que el ingreso de gran parte del público aumenta debido principalmente a que, en esas fechas, las empresas en México proporcionan el aguinaldo a sus empleados y, en muchos casos, además otorgan otros bonos especiales. Es así que, en ese periodo, la gente utiliza dicho incremento temporal en su ingreso para comprar regalos, artículos para celebrar las fiestas de fin de año, y para viajar. A comienzos de enero, la mayor parte del efectivo utilizado en la temporada decembrina, finalmente se deposita en los bancos, los que a su vez lo depositan en el Banco de México.
El uso de los billetes y monedas vuelve a subir entre los meses de marzo y abril, ya que el período de Semana Santa es aprovechado por muchas personas para salir de vacaciones, lo que incrementa la actividad económica utilizando más dinero que lo acostumbrado.
A lo largo de la semana y del mes, la circulación del efectivo también cambia. El efectivo que se utiliza el fin de semana es depositado generalmente por las tiendas en los bancos comerciales, y éstos a su vez en el Banco de México típicamente los lunes o martes. No obstante, para el jueves la tendencia se invierte, ya que los bancos comienzan a retirar billetes y monedas del Banco de México, para poder contar con suficiente efectivo para atender la demanda del público, iniciando un nuevo ciclo. Esa es la estacionalidad semanal.
Billetes y monedas en circulación.
Billetes y monedas
CF315 - Billetes y monedas en circulación
Período: Dic 1985 - Jul 2010, Mensual, Miles de Pesos, Saldos Nominales
| Mayo 2010 | Junio 2010 | Julio 2010 |
En el público | 517, 618, 588 | 514, 962, 395 | N/E |
En caja de bancos1 | 65, 004, 600 | 62, 853, 056 | N/E |
Total | 582, 623, 188 | 577, 815, 451 | 593,182, 402 |
Nota: 1incluye la banca de desarrollo y de la banca comercial.
Billetes y monedas
CM1 - Circulación de billete
Período: May 2010- Jul 2010, Mensual, Millones de Piezas, Saldos
Denominación | Mayo 2010 | Junio 2010 | Julio 2010 |
10 pesos | 26.213 | 26.213 | 26.212 |
20 pesos | 27.121 | 27.120 | 27.099 |
20 pesos (polímero) | 279.999 | 275.632 | 278.794 |
50 pesos | 29.675 | 29.639 | 29.396 |
50 pesos (polímero) | 318.820 | 308.255 | 313.536 |
100 pesos | 379.385 | 367.621 | 377.536 |
100 pesos (polímero) | 45.527 | 45.300 | 45.593 |
200 pesos | 617. 562 | 596.132 | 617.877 |
500 pesos | 629.256 | 629.463 | 647.007 |
1000 pesos | 53.286 | 54.323 | 55.153 |
Billetes y monedas
CM2 - Circulación de moneda
Período: Ene 1999 - Jul 2010, Mensual, Millones de Piezas, Saldos
Denominación | Mayo 2010 | Junio 2010 | Julio 2010 |
5 centavos | 1, 059.453 | 1, 059. 538 | 1, 059. 538 |
10 centavos | 8, 972.437 | 9, 013.972 | 9, 044.099 |
20 centavos | 3, 247. 770 | 3, 269.118 | 3, 284.685 |
50 centavos | 2, 759. 285 | 2, 771.419 | 2, 779.987 |
1 peso | 3, 818.205 | 3, 837.324 | 3, 849.390 |
2 pesos | 1, 187.005 | 1, 196.602 | 1, 203. 151 |
5 pesos | 1, 189.398 | 1, 200.178 | 1, 209.093 |
10 pesos | 803.364 | 809.435 | 813.363 |
20 pesos | 13.465 | 13.463 | 13.298 |
50 pesos | 1.777 | 1.777 | 1.774 |
100 pesos | 9.908 | 9.892 | 9.556 |
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Billetes y monedas
CM4 - Duración promedio del billete
Período: Ene 1996 - Abr 2010, Mensual, Meses en circulación, Sin tipo de Cifra
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* Denominación | * Mayo 2010 | * Junio 2010 | * Julio 2010 |
* 20 pesos | * N/E | * N/E | * N/E |
* 20 pesos (polímero) | * 30.3 | * 30.2 | * 30.2 |
* 50 pesos | * N/E | * N/E | * N/E |
* 100 pesos | * 19.3 | * 19.3 | * 19.3 |
* 200 pesos | * 32.3 | * 32.0 | * 31.9 |
* 500 pesos | * 54.2 | * 54.2 | * 54.3 |
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http://www.youtube.com/watch?v=NAqTQDSgY9Y
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